Alberto Quirós realizará la Corona de María Santísima de la Amargura

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La Comisión Ejecutiva de la Coronación Canónica de la Antigua y Venerada imagen de María Santísima de la Amargura, de la Real, Muy Ilustre y Comendadora Hermandad Sacramental de Santa María, Madre de Dios y Cofradía de Penitencia de la Oración de Nuestro Señor en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Amargura, comunica que: una vez aprobado por el Cabildo de Hermanos el diseño de la corona que habrá que materializar para que, D. m., el día 30 de mayo de 2015 le sea canónicamente impuesta a nuestra CORONACION CANONICA- Foto con el orfebre en el acto de encargo de la Corona-27 de nov-2013Dolorosa, el Comisario y la Comisión Ejecutiva encargada de programar y llevar a feliz término todo lo relativo a la Coronación se reunió con el orfebre D. Alberto Quirós, para comunicarle que será él quien habrá de realizar tan hermosa obra.

La corona, recordamos, parte del diseño de un canasto original, obra de Tomás Jerónimo de Pedrajas, platero de la catedral de Granada, que a mediados del siglo XVIII realizó este maravilloso boceto. Alberto Quirós realizó, para completar tan magnífica obra, una ráfaga de rayos flamígeros y en punta. Próximamente comenzará los trabajos con los que hará realidad el encargo. La corona será en plata de ley a dos caras, y con el oro y piedras preciosas que aporten los hermanos de la Cofradía, para lo que se está llevando a cabo una campaña de recogida de este metal y piedras preciosas. El mismo importe total de la corona ha de verse reflejado en la Obra Social que conlleva la Coronación Canónica, que se hará coordinado con la Orden de MM. Comendadoras, y que ya está en marcha. En breve se presentará públicamente el diseño definido del canasto con la ráfaga.

Tomás Jerónimo de Pedrajas y la corona de Coronación Canónica de María Santísima de la Amargura.

Nos dice D. José Valverde Madrid en 1967, que Tomás Jerónimo de Pedrajas nació el 17 de octubre de 1690, hijo de padres desconocidos; fue su padrino el librero D. Nicolás Jerónimo Pedrajas, y su comadre doña Leonor de León. Tomás se formó sólo leyéndose su biblioteca. Casa muy joven con Flora Sánchez Aguayo, hija de Teodosio Sánchez de Rueda, quien llevaba ya varios años establecido en Córdoba, donde había acudido con su maestro Hurtado. En 1719 es admitido en la Hermandad de los Plateros, pues había descubierto que su vocación era la de diseñador y cincelador de aquellas maravillosas obras de la orfebrería barroca cordobesa. Ya en la custodia de Espejo, deja la impronta de su acusada originalidad con la utilización en su dibujo de los estípites barrocos, sustituyendo a las columnas. Pero su espíritu inquieto le lleva a dibujar sin cesar, y en el taller de su suegro observa las trazas barrocas del genial diseñador Francisco Hurtado Izquierdo. Se aplica entonces febrilmente a la arquitectura. Lee los libros que del tema se han publicado. Se ve que su arte de proyectista está sedimentado en estudios, a los que su imaginación pondría ese plus de originalidad que hace sus obras inconfundibles.
En 1725 muere su esposa. Al año siguiente, Pedrajas casa en la catedral con María de Zúñiga, damita cordobesa de buena familia. El viaje a El Paular de su antiguo suegro hace que una de las más bellas creaciones del barroco andaluz se sitúe en Castilla. Pedrajas, según nos dice Ponz, hace hasta el proyecto del pavimento. Los arcos recuerdan la mesura cordobesa, la custodia produce admiración y el prior, fray José García, nos habla de la variedad de dibujos que para ella hiciera. Antes había hecho la traza de la iglesia de Fernán-Núñez y la de la portada y tabernáculo de San Hipólito de Córdoba.
Ya con varios hijos de su segunda unión, que, con los dos de la primera, constituye una familia numerosa, hay que trabajar mucho para sacarlos adelante, y hasta a Salamanca llega Pedrajas en busca de encargos, de trazas, pues eso es lo que le gusta. Ya no tiene paciencia para el cincelado y su espíritu creador se explaya mejor en el mundo del proyecto.
Acompaña a Teodosio Sánchez en su viaje a Priego en el año 1748, y hace el dibujo de las yeserías, que admirarían los prieguenses en la parroquial de la Asunción.
La sacristía de la Cartuja de Granada se inicia en 1732, cuando hacía siete años que había muerto Hurtado, autor de un primer proyecto en 1713. Taylor sostiene, en su artículo sobre la Cartuja, publicado en el «Archivo Español de Arte», que la obra de la sacristía se debe a Pedrajas siguiendo la traza de Hurtado, aunque con alguna modificación. Pero no hay más que ver en Córdoba la última obra de Hurtado, la sacristía del Cardenal, para observar que son estilos diferentes: la sacristía cordobesa es de aún barroco sexcentista y lo que aparece en la granadina es el rococó dieciochesco en plena eclosión. Hacia 1740 fechamos el proyecto genial de Pedrajas para este espacio cartujano. Esta época —ya el arquitecto platero cuenta cincuenta años de edad— es la mejor época creadora del príncipe del rococó español. La catedral granadina le nombra su platero y a su taller en Córdoba vienen los artistas plateros en busca de diseños. En uno de sus viajes a Granada, en esta ciudad le sorprendió la muerte el 19 de Marzo de 1757, según nos dice Gallego Burín. Si se supiera donde están sus restos se debían trasladar a la sacristía de la Cartuja granadina, su más bella creación.

De este extraordinario artista es el proyecto de corona elegido por la Cofradía de la Oración de Nuestro Señor en el Huerto de los Olivos, de Granada, para realizar la de Coronación Canónica de la bendita imagen de su Dolorosa, María Santísima de la Amargura. Es un diseño coetáneo a la propia imagen, realizado por Pedrajas en 1751, para la malagueña Hermandad de Nuestra Señora de la Victoria, y que parece que nunca llegó a hacerse realidad. Hoy el boceto se guarda en Museo de Málaga. Se trata de una corona imperial cuya tipología es la característica del siglo XVIII en Córdoba. El maestro ha dibujado un aro labrado con cabezas de querubes y flores muy henchidas, sobre las que apoya una banda calada y primorosamente labrada con veneras remarcadas por ces de bordes rizados, cabezas de querubes y flores. De aquí nacen las imperiales de perfiles sinuosos y bastante anchas, cuyos extremos superiores convergen en el centro, donde asienta la bola del mundo rematada por una cruz. Carece de ráfaga, elemento decorativo que en aquel tiempo estaba plenamente consolidado en la decoración de las coronas imperiales, por lo que, para la realización definitiva, se le añadirá, debiendo ser, por acuerdo del cabildo de hermanos, de tal sencillez, que no compita con la corona, ni le reste protagonismo, sino que la destaque y manifieste en todo su esplendor.

Alberto Quirós el encargado de hacerla realidad.

Desde hace varios años Alberto Quirós establece su Taller en Granada, en donde está atendiendo varios encargos de diversas cofradías de esta zona, aunque también de otras provincias como Córdoba.

-Es Titulado Técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño en Orfebrería y Plata, expedido por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.

-Asimismo es Técnico Especialista en Orfebrería y Diseño de Joyería por el Consorcio-Escuela de Joyería de Córdoba.

-Ha continuado su formación con la práctica, entre otros, en los Talleres de Orfebrería de Hijos de Diaz Roncero, de Córdoba, que lleva el nombre de uno de los orfebres más importantes de Andalucía.

Así pues en Granada ha realizado parte de la canderia de Mª Stma. de la Encarnación y potencias para el Cristo, de la Hermandad del Cautivo.

En la hermandad de los Ferroviarios el llamador para el paso de palio de Ntra. Sra. del Amor y del Trabajo.

Y en nuestra corporación está acometiendo el encargo de la crestería del paso de palio de la Virgen de la Amargura.

Desde la corporación le deseamos suerte a D. Alberto Quirós y que María Santísima de la Amargura le ilumine para realizar esta obra que sin duda no dejara indiferente a ningún cofrade.