III DOLOR
MARÍA BUSCA A JESÚS PERDIDO EN JERUSALÉN
JESÚS ATENTO A CUMPLIR LA VOLUNTAD DEL PADRE
Busqué al amor de mi vida; lo busqué y no lo encontré.
Me levanté, recorrí la ciudad, las calles y las plazas,
buscando al amor de mi vida.
(Cant 3, 1-2)
Te alabamos, Santa María,
Madre fiel junto a la cruz de tu Hijo.
LECTURA EVANGÉLICA
- Del Evangelio según san Lucas 2, 43-45
Cuando Jesús cumplió doce años, fueron todos, como de costumbre a la fiesta; al volverse ellos, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos. Al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. Pausa de silencio.
SÚPLICA
Invoquemos a Santa María, peregrina de la Pascua.
Madre dolorosa en la pérdida, ven en nuestro auxilio
Madre intrépida en la búsqueda, ven en nuestro auxilio
Madre alegre en el encuentro, ven en nuestro auxilio
Madre custodia de la Palabra, ven en nuestro auxilio
Padre santo, que en la vida de Santa María has prefigurado el camino de la Iglesia, concédenos, a la hora de la duda o cuando nos sentimos perdidos, que busquemos, como la Virgen, a Cristo, tu Hijo, para compartir con ella la alegría del encuentro. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
MEDITACIÓN
Madre, tu eres figura de toda mujer que ama,
Madre, tu eres figura de toda madre que llora
A un hijo muerto, o a un hijo traicionado.
ORACIÓN
Oremos.
Descienda Señor, sobre nosotros, que recorrimos en la fe el camino de dolor de la Virgen Madre, la abundancia de tus dones: el consuelo y el perdón, la serenidad y la paz, la alegría y la segura esperanza, de ser asociados a la gloria de Cristo resucitado. El vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Santa María nos proteja y nos guíe benignamente en el camino de la vida. Amén.