Con la culminación del Año Santo Jubilar Mariano, otorgado por el Santo Padre Francisco, a la Coronación Canónica de María Santísima de la Amargura, de nuevo podemos contemplar el Templo de las Comendadoras, en su estado habitual, con Santa María Madre de Dios que regresa al altar mayor de la Iglesia y María Santísima de la Amargura Coronada que regresa a su capilla por primera vez tras su coronación canónica.
Un año de cambios y novedades que jamás olvidaremos y que termina con nuestra titular mariana más cercana a las Madres Comendadoras y a su pueblo que tanto la quiere.
Fotografías: Carolina Fdez (El Barco de María)