De esta forma extraordinaria, en el altar mayor, se nos presenta magistralmente ataviada por Francisco Garví la Imagen de María Santísima de la Amargura Coronada. Nuestra Titular porta el manto de las granadas, diseño de Fray Ricardo de Córdoba y bordado por César Gómez, la saya de coronación y un tocado dispuesto a tablas con una randa bordada en tul de hojilla. A petición de la Comunidad de Madres Comendadoras de Santiago la imagen de María Santísima de la Amargura Coronada se presenta con sus propias manos entrelazadas tal como la concibió su autor José de Mora. Casi cien puntos de cera iluminan este montaje litúrgico. Toda la Cuaresma y hasta el Lunes Santo inclusive, se podrá orar, meditar y hacer rogativas en este Santo Templo realejeño.
Fotografías: Cristina Bueno
