Centrará todas nuestras miradas, oraciones, plegarias y peticiones, durante Noviembre. Reina del dolor más amargo, nos muestra en sus manos, los símbolos de la pasión sufrida por su Hijo. Magistralmente presentada por su vestidor Paco Garví, con ricos bordados en oro a realce en manto, saya y pecherín sobre terciopelo negro, todo del siglo XIX. Ornamenta la Sagrada imagen valiosas joyas y Rosario de azabache, ofrenda de sus devotos.
Antigua Venera de Comendadora Mayor en plata, oro y piedras preciosas. Artística orfebrería en la elegante corona y media luna inmaculista del siglo XVIII. En su pecho, corazón de siete puñales en plata, ofrenda por su coronación, de la Cofradía del Santo Viacrucis. Una mantilla de encaje negro, aumenta el luto como homenaje a los miles de fallecidos por esta terrible pandemia. Santa María Madre de Dios de la Amargura Coronada, ruega por nosotros.
Fotografías: @FranciscoGarví