Con la próxima llegada del mes de Noviembre, la festividad de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, nuestra Dolorosa es ataviada con estos colores propios del luto. Desde el lunes ya se encuentra dispuesta en su camarín esperando la visita de los fieles, vecinos y devotos que acudimos para que interceda por todos los hermanos que ya no están en este mundo, nosotros los cristianos esperamos que María de la Amargura ya los guarde en su regazo en el empíreo.
La Virgen de la Amargura ha sido vestida por Francisco Garví, con su habitual terno de terciopelo negro bordado en oro que data del siglo XIX, asimismo y en homenaje y recuerdo a nuestra Patrona la Virgen de las Angustias en el primer Centenario de la Coronación Canónica, se le ha confeccionado un peto de terciopelo negro con encaje de oro fino de concha, en el que se ha dispuesto un corazón con siete puñales de plata de ley sobredorada y una serie de joyas ofrenda durante muchos años de sus devotos a imagen del que habitualmente lleva nuestra patrona, asimismo el manto de terciopelo negro se ha acoplado a la cabeza, tal como figura la Virgen de las Angustias en los grabados de siglos pasados.
La saya se completa con una sardineta con lazada del siglo XVIII bordada con pequeñísimas lentejuelas doradas. Luce la imagen su antigua corona de plata de ley, restaurada por la cofradía hace algunos años. Todo se ha pensado y llevado a cabo como ofrenda filial a nuestra Patrona en tan gran efeméride.