Memorias de un 30 de mayo: Ciclo extraordinario de vestimentas

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A lo largo del 2014 y 2015, María Santísima de la Amargura se presentó ante sus hermanos y fieles ataviada dentro de la línea que la caracteriza, aunque con la singularidad, en un año tan excepcional como el de su Coronación Canónica, de la que ha sabido dotarla el trabajo del cofrade granadino Francisco Garví Fernández.
De este ciclo de vestimentas destacan algunas más especiales, que vienen marcadas por algún motivo en concreto, como es el caso de la vestimenta para la coronación de flores del pasado 30 de mayo de 2014. En esta ocasión, María Santísima se presentaba como Novicia Comendadora para recibir la corona de flores como Reina de la vida contemplativa en el año consagrado a la vida contemplativa. Para ello, vestía saya con bordados en oro del siglo XVIII sobre tisú de plata; manto blanco bordado en sedas de colores y oro del terno de la Madre de Dios (Titular del Monasterio), dispuesto en forma de capa; y sobre la cabeza una toca de novicia comendadora confeccionada con un sarí procedente de la India.


En septiembre, para la celebración de su triduo y besamanos, vistió una saya de María Santísima de la Aurora Coronada, como homenaje a las Titulares Coronadas de la ciudad.


Por noviembre, en memoria de los fieles difuntos, la contemplamos ataviada como una monja de clausura, sin dejar de estar coronada de flor, como se presentaba desde el pasado 30 de mayo de 2014.

Tras este mes, la festividad litúrgica de la Inmaculada Concepción de María dio paso a la vestimenta de manto azul en la dolorosa, para finalizar el año con otra vestimenta de Reina, para inaugurar el Año Santo Jubilar Mariano, para el que se presentó con saya blanca y manto rojo, bordados en oro, con tocado de blonda.


En el mes de febrero se presentó de Reina para llegar hasta Santo Domingo, donde presidió una Eucaristía que unió a todas las Hermandades de la ciudad.


El Lunes Santo sería el primer año en procesionar bajo palio sin corona. En esta ocasión, la corona estaba hecha a base de flores naturales con rosas de pitiminí, en recuerdo del 20 de mayo de 2007, día en el que se presentó por primera vez con corona de flores, vestida de novicia para recibir a María Santísima de la Misericordia en su procesión de alabanza por su Coronación Canónica.


La Pascua de Resurrección nos ofreció otra estampa singular de esta bella dolorosa, inspirada en el cartel de Coronación, vistiendo una saya de la Virgen de la Misericordia Coronada, con manto dispuesto en forma de capa.


Este ciclo extraordinario llega a su culmen con las vestimentas del Triduo y del Pontifical de Coronación. Para el Triduo preparatorio a la Coronación Canónica, María Santísima se presentó con un encaje de Guipur dispuesto en forma de blonda, saya con bordados del siglo XVIII sobre tisú de plata y manto rojo con las vistas bordadas en oro por Jesús Arco.
En el traslado de ida a Catedral se presentó con un tocado a tablas realizado con una malla de oro del siglo XIX sobre piel de ángel, saya bordada sobre tisú de plata y manto azul bordado en oro por César Gómez-Höhr, conocido como “manto de las granadas” por su diseño. Para esta ocasión, María Santísima volvió a procesionar coronada con rosas de pitiminí, como se presentó el Lunes Santo.


La esperada mañana del 30 de mayo de 2015, María Santísima se presentaba en su Altar de Coronación con un tocado clásico de blonda, estrenando un encaje de Bruselas de punto de aguja que ofrendó la Hermandad del Stmo. Cristo de la Misericordia a la Virgen de la Amargura, con motivo de su Coronación Canónica; estrenaba también una saya bordada en oro y jiraspes de seda azul alusivo a la orden de las Comendadoras, sobre tisú de oro, por las Comendadoras de Santiago, bajo diseño de Fray Ricardo de Córdoba. Lucía el manto de las granadas, y numerosas ofrendas de las hermandades y cofradías de Granada, con motivo de la Coronación.


Pepi Garrido, M.ª José Cardona y Clara Ubiña son las camareras que auxilian la labor de Francisco Garví en cada vestimenta, cuidando todos los detalles con dulzura para presentar a la Virgen de la Amargura Coronada ante sus fieles devotos, cada vez que el tiempo litúrgico, o los acontecimientos extraordinarios lo requieren, transmitiendo su devoción e infinito amor a la Divina Comendadora en cada uno de los cambios de vestimenta para los que son requeridos.

Texto: Extracto del artículo “La Coronación de María Santísima de la Amargura”. Revista Golgota de junio 2015 por Carolina Fernardez