Emotivo y muy personal el pregón que el costalero de la cofradía de la Oración en el Huerto de los Olivos, Nacho Sánchez Parra, pronunció anoche en las Comendadoras de Santiago. Es el habitual pregón del Costalero de esta cofradía que vinculó a un gran número de hermanos de la hermandad en torno a la figura del pregonero para mostrarle su amistad y compañerismo. “Aquí estoy, orgulloso de presentaros mi costal y mi particular historia” dijo el pregonero mientras fue desgranando sus particular vivencia de la Semana Santa, su devoción al Rescate en su niñez, los primeros libros y publicaciones que caían en sus manos, su entrada en el paso del Cristo de la Sangre del que fue costalero unos años y su llamada a integrarse en la cuadrilla, primero de la Oración en el Huerto y, tras la fusión de ambas cuadrillas, en el paso de la Virgen de la Amargura. Un repaso descriptivo y pormenorizado de sus estaciones de penitencia, de sus impresiones bajo el paso, de su primer costal y de sus deseos como costalero y cofrade, fueron parte de su disertación que terminó emocionado al recordar que “este año os ayudaré a fajaros, estaré junto a vosotros y participaré de la estación de penitencia, pero no bajo el paso, sino junto al paso”, dijo al recordar la lesión que, por un accidente de tráfico, padece y le tendrá alejado de las trabajaderas un tiempo. “Ser costalero es un estilo de vida”, reconoció ante los hermanos de la cofradía y confesó sentirse costalero “todo el año, cada minuto de mi, vida. Es ser amigo y compañero en cada instante”.
El pregonero fue presentado por el del pasado año y al término recibió un recuerdo que le entregó el hermano mayor, Manuel Cañavate. Después de las palabras de gratitud del hermano mayor se dio la palabra a Manuel Vedia, de Floristería Verdegal, quien junto a su esposa Pilar Martín, ofrecieron las primera “llama” simbólica con el llamador del paso situado en el presbiterio del templo. Manuel Vedia manifestó lo “orgulloso que nos sentimos mi familia al adornar cada año el paso de la Virgen de la Amargura y la experiencia única del día en que coronamos con flores a la Virgen”, recordando el adorno que se le realizó cuando visitó las Comendadoras de Santiago la Virgen de la Misericordia Coronada el día de su Coronación. Palabras muy emotivas y sentidas, salidas del corazón grande de este cofrade granadino. Con la primera “llamá” se dio comienzo a los ensayos del presente año y a la entrega de pergaminos a los costaleros que cumplen su décimo aniversario bajo las trabajaderas de los pasos de esta cofradía.