El Paso de Palio es el altar público e itinerante en el que la imagen recibe la devoción de sus hijos y el reconocimiento como Madre, Mediadora y Reina. La tradición artística cristiana lo ha envuelto en una simbología que acrecienta aún más el significado de ese culto público. En el caso del techo del Palio de Mª Stma. de la Amargura, todo se genera en una gloria central realizada en plata de ley, y que simboliza a María Madre de Dios, Reina Inmaculada y Peregrina, en donde se muestran sobre una celosía, que nos remite a su adscripción monástica, el anagrama de María orlado con la corona real, alrededor los símbolos inmaculistas de las doce estrellas y la media luna, debajo una venera nos recuerda que somos peregrinos y nos muestra el Camino de Santiago que se continúa en el terciopelo azul noche, en todo un cielo tachonado de estrellas, que reproducen la que está en Santiago de Compostela sobre la tumba del apóstol. Una elegante cornucopia inspirada en las cresterías se dejan atravesar por haces de rayos refulgentes provenientes del centro de la gloria, en donde se aposentan, acentuando este rompimiento de gloria, ocho querubines, esta cornucopia está rodeada de una filacteria dorada en donde reconocemos los títulos de las Letanías alusivos a la Madre. Recordándonos a nuestra titular gloriosa y que es la imagen a su vez titular de nuestra sede canónica, el Real Monasterio de la Madre de Dios de Granada.
El bordado, como no podía ser de otra manera, toma el protagonismo y rodeando la gloria se dispone una ancha ornamentación inspirada en los motivos “juanmanuelinos “ del manto de salida de la imagen, notablemente enriquecidos y completados con ramos florales, rosas, azucenas, lirios, tulipanes, margaritas, etc… que emergen de 12 cuernos de la abundancia, expresión de las gracias divinas que Dios y su Madre ofrecen a sus hijos. Uniendo los ramos florales, encontramos 50 rosas de oro que nos remiten a El Santo Rosario, referencia a la imagen gloriosa del mismo nombre, que es la más antigua devoción del barrio del Realejo. Unos elegantes roleos con decoración vegetal y cardos se van sucediendo en todo el perímetro, de los que surgen ramas de olivos, símbolo ineludible de nuestro sagrado titular cristífero, en su Oración en el Huerto de los Olivos, asimismo unos acueductos ornamentales, que de nuevo nos recuerdan los diseños “juanmanuelinos”, se suceden por todo el exterior de la obra. Tienen una gran presencia lazos bordados en sedas de color celeste que nos remiten a la Orden de religiosas Comendadoras de Santiago, artífices de esta magna obra, y al valor de la oración en Comunidad.
Los escudos de las 4 Ordenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa nos hablan de la Historia del Cristianismo, de la importancia que tuvieron en su expansión y consolidación estas seculares Instituciones y especialmente de la Orden Militar de Santiago, que es Hermana Mayor Honoraria de nuestra Cofradía, y germen fundacional de la propia Orden de las Comendadoras de Santiago.