Potencias de Flor de Lis

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Las potencias son cada uno de los grupos de rayos que se ponen en la cabeza de nuestro Redentor, son símbolo de la divinidad y reflejan las tres facultades del alma: entendimiento, voluntad y memoria. En su origen las imágenes tenían solo un nimbo en su cabeza, de la parte central del nimbo solían sobresalir tres o cuatro rayos o llamaradas, con el paso del tiempo el nimbo casi desaparece sobreviviendo formalmente los tres grupos de rayos a los que se les denomina potencias. Esto ocurre a lo largo del siglo XVIII. La materia prima que se utiliza para su ejecución es el oro, la plata o el latón, a veces, a partir de mediados del siglo XIX, las de latón o plata se sobredoran. Estructuralmente presentan dos partes, el núcleo, en donde se concentra casi toda la ornamentación, conteniendo en muchos casos el anagrama de Jesús- Hombre- Salvador, o bien con aditamentos de piedras preciosas o marfiles, y el resplandor, formado por rayos de diferentes tipos, según las normas artísticas de cada época: biselados, punzantes, flamígeros o afiligranados, hasta mediados/finales del siglo XIX, solían terminar en puntas, en flores de lis o en pequeñas estrellas.

El Señor de la Oración con las potencias de plata en el Vía Crucís de la Juventud

Las potencias de plata de Nuestro Señor de la Oración en el Huerto de los Olivos se inspiran en modelos usados durante el Barroco y que fueron las formas precedentes, de la gran variedad de ornamentación neobarroca que proliferó especialmente en el siglo XX y en este comienzo de siglo XXI. Realizadas en Plata de Ley por el orfebre Agustin Donoso, bajo diseño de Alvaro Abril, se compone de un núcleo de estilo barroco centrado por una amatista, piedra preciosa que significa penitencia y sacrificio, los rayos son flamígeros y en punta, rematándose el central por una flor de lis, símbolo de la nobleza de Cristo que acata la voluntad del Padre, asimismo es símbolo real, resaltando la figura de Jesucristo como Cristo Rey.

Fotografías: Alberto Ortega