Oración preparatoria para todos los días.
Te adoramos, oh Santísimo Cristo Orante en Getsemaní, hijo de Dios vivo y de María Virgen, que por nuestro amor diste la vida en el ara de la cruz. A tí nos consagramos con todo nuestro corazón, suplicando humildemente que te dignes a imprimir en nuestras almas la imagen de tu rostro adorable, que ora al Padre aceptando su divina voluntad. ¡Oh Padre Eterno! Mira la Faz de tu Hijo y por sus méritos infinitos concédenos un ardiente deseo de reparar las injurias hechas a tu Divina Majestad y la gracia que deseamos obtener en este Quinario. AMEN.
DIA CUARTO
¡Santísimo Jesús! Tu Faz de reparador divino, cubierta con las sombras de la muerte, aplaco la Justicia del Padre y tus palabras fueron de aceptación a ciegas de su Divina Voluntad. Sean, oh Salvador nuestro, nuestra vida y nuestra muerte, una continua reparacion, unida a la tuya y a la de tu Madre Santisima, a quien también invocaremos siempre, con el dulcísimo nombre de Madre de Amargura.
PADRE NUESTRO, DIOS TE SALVE, GLORIA.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DIAS
Oh Dios omnipotente y misericordioso, concédenos te pedimos, que cuantos veneramos la imagen de tu Divino Hijo Orante en el Huerto de los Olivos, merezcamos contemplarla eternamente en el resplandor de la gloria celestial. Amén.