Patrimonio artístico de la Imagen de Santa María Madre de Dios
La Sagrada imagen, durante los cinco siglos y más, que ha recibido culto en la Iglesia de las Comendadoras ha recibido una gran cantidad de ofrendas de sus devotos y de las propias Comendadoras de Santiago, cuando entraban en el convento, ofrendas que se han mantenido hasta nuestros días. Por todo ello dispone de un gran número de mantos y sayas, antiguas y modernas de ricas telas, terciopelos, tisues, sedas y brocados. Digno de mención es el llamado «terno rico, o antiguo», con más de cien años de hechura. Sobre seda de color marfil, desarrolla un rico bordado de hilo de oro y sedas a realce , enriquecido con perlitas, talcos de cristal y otros bellos abalorios. Asimismo la imagen es vestida con el propio ajuar de sayas y mantos bordados en oro, de la Virgen de la Amargura Coronada, especialmente en los cultos anuales.
Dispone la Sagrada imagen de un joyero artístico e histórico. Entre las alhajas que dispone el joyero devocional de la Sagrada imagen, destacan las veneras, colgante que era potestativo de la Superiora o Comendadora Mayor del Real Monasterio, y que por tradición se le ponía a la imagen en su Festividad, Cultos y días señalados. Podemos destacar tres ejemplares dignos de mención.
- Venera de la Reina Isabel la Católica: Es la más antigua, siglo XV, regalo de la Reina Isabel a la primera Comendadora Mayor. A finales del siglo XVIII, la pieza original de madreperla, oro y rubíes se enriquece con una ornamentación de flores, rodeándola un óvalo del mismo preciado metal.
- Venera de oro blanco: Esta otra pieza está realizada en el siglo XVIII, en plata, oro blanco y oro amarillo. Presenta un óvalo y en el centro la cruz de Santiago en oro con seis rubíes. La decoración de flores y hojarasca está enriquecida con pequeños brillantes. El óvalo con su ornamentación penden de un lazo con el mismo estilo.
- Venera del Altar: Es la más moderna, siglo XIX, y la que habitualmente lucen a diario tanto está imagen como la Virgen de la Amargura. De plata sobredorada con la cruz de Santiago esmaltada y una bella ornamentación de flores rosas, margaritas y hojarasca.
En lo tocante a la orfebrería toda ella es de plata de ley, del siglo XVIII.
- Corona de imperiales de taller granadino Aguilera, platero de la Catedral a mediados de ese siglo.
- Corona con imperiales y ráfaga. Anónimo.
- Corona con imperiales y ráfaga, enriquecida con pieza de oro, restaurada en 2008. Anónimo
- Cetro y media luna del siglo XVII.
- Una pieza preciosa y de mediados de este siglo es un rostrillo de plata de ley sobredorada y con pedrería fina, delicado trabajo de orfebrería de autor anónimo.
La devoción ancestral y acrecentada en los últimos 12 años, ha hecho posible este gran patrimonio devocional.