Quedémonos con las vísperas, con ese temblor de espera, con ese desperezo de capullo que ya no es yema ni que aún es rosa, quedémonos entre dos luces de aguardo en una especie de impaciente lubrican en las veras de la aurora.
Estos días que ahora vivimos tienen ese sabor de andén en el que ya sentimos el ruido de la máquina del tren, desde el que ya oímos su lejano pitido.
¿Qué hay más grande que una espera, cuando se sabe que esa espera desembocará en la dicha plena?, nada.
– Antonio García Barbeito –
Hoy traemos una galería gracias al blog Gloriana Nazarenorum donde disfrutar de las visperas de una nuevo Lunes Santo, cuando las priostias han acabado su trabajo tras una semana incesante de trabajo, cuando el florista ha dado por culminada su obra de arte efímera, cuando el vestidor ha revisado hasta el último alfiler a María Santísima de la Amargura. Los pasos aguardan en el compás del Real Monasterio de la Madre de Dios de los Comendadoras de Santigo.
